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16-09-2015

Son muchos las comentarios que se han producido sobre los motivos, consecuencias y momento escogido  para derogar una Ley, que tanto ha dado que hablar a lo largo de la crisis económica, en lo que concierne al sector inmobiliario. Lo que le sorprende a CONCOVI (Confederación de Cooperativas de Viviendas y Rehabilitación de España) es el perfil de los profesionales que, ahora, hablan con gran precisión y ligereza del efecto tan negativo que ello le va ha suponer a las Sociedades Cooperativas de Vivienda. Pues bien CONCOVI quiere de manera muy concreta y breve salir al paso de dichas declaraciones y comentarios, asegurando que detrás de ellas, no existe precisión alguna, pero sí mucha ligereza e incluso atrevimiento.
CONCOVI ha colaborado durante meses, como Agente Social que representa oficialmente al Sector Cooperativo de Viviendas en España, muy estrechamente con el Ministerio de Fomento y Hacienda y Competitividad, así como con sus dos Direcciones Generales vinculadas a esta situación (Vivienda y Seguros) resolviendo un grave problema que nuestro sector arrastraba desde hace varios años, y que a nadie de los que, ahora hablan, ha preocupado, ni se han molestado en opinar hasta hoy.
La obligación de los legisladores y de nuestros representantes públicos, es estudiar la situación por la que atraviesa el mercado de cualquier área o sector profesional y regular su normativa o Leyes por las que se rigen acorde a su realidad.
Las cooperativas de vivienda, condenadas a no poder cumplir con su obligación de avalar unas cantidades entregadas a cuenta de una vivienda por sus socios cooperativistas en el tramo de adquisición de los terrenos, redacción de los proyectos, abono de tasas e impuestos de construcciones y obras, etc, hasta haber obtenido la licencia, estaban sencillamente al borde de la desaparición.
Ello fue debido a que las dos alternativas posibles: las Compañías de Seguros, retirando dichas pólizas del mercado y a que las Entidades Financieras obligaban a depositar dichas aportaciones imprescindibles para poder operar, ponían a las Cooperativas en una situación de obligado incumplimiento.
Durante todos estos años, el cooperativismo de vivienda, no ha escuchado, ni recibido ayuda alguna de los que ahora critican esta regulación, no denunciaron entonces aquella situación tan grave y definitiva para su futuro, por todo ello es sencillamente sorprendente que cuando se resuelve dicha encrucijada, permitiendo operar nuevamente a uno de los principales Agentes de la Economía Social y que ha hecho posible que más de 1,5 millones de familias en España pudieran acceder a una vivienda digna sin pagar beneficios industriales prohibitivos, algunos se atrevan a opinar de algo que no conocen, que no les interesa y que consideramos que lo que ocurre es que realmente les incomoda compartir un mercado que cada vez es más Social.
Evidentemente, queda mucho por mejorar; de hecho, en las Federaciones Territoriales de Cooperativas de Viviendas, como la de Madrid (FCVM) se está trabajando la Ley de Cooperativas con las competencias delegadas de la Consejería de Vivienda, para perfeccionar y regular este primer tramo de aportaciones de los socios cooperativistas, en el que se garantizará su uso, aplicación o destino hasta la obtención de la licencia.
Desde CONCOVI queremos agradecer a la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo, a la Dirección General de Seguros y a sus respectivos Ministerios, las consultas que nos realizaron en su momento, el trato y reconocimiento que se nos prestó y la valentía para legislar la realidad de un mercado que sólo perjudicaba al ciudadano y a la Economía Social, sin que ello incomodase a otras formas o promotores industriales, en esto de hacer o entregar viviendas.